Ya no es la primera vez que en carreterAStur se habla sobre un coche, la afición por la carretera y por el motor suelen ir de la mano.
En 2019, en la I Ruta carreterAStur tuvimos la oportunidad de probar un flamante Alfa Romeo Giulia, pero hoy nos enfrentamos a algo de absoluta actualidad. No nos dedicamos a esto (ya nos gustaría) y por eso esto no es un artículo de prueba de vehículo como tal, si no más bien una mezcla entre la ruta y el medio utilizado para recorrerla, ¿un híbrido?...
El coche
Es una expresión del futuro más inmediato de la automoción, un híbrido enchufable, combinando un motor térmico de gasolina y otro eléctrico.
Vamos a ver que tal es su desempeño en la labor de llevarnos por la costa asturiana, de la mano de Valgisa, Concesionario Oficial Opel en Gijón, que amablemente nos han cedido esta unidad para la ocasión. Se trata de un Astra PHEV, en acabado GS Line, con unos interesantes 180 cv, resultado de combinar un 1.6 turbo gasolina de 150 cv con un eléctrico de 110 cv. La transmisión es automática de 8 velocidades.
La ruta
Estamos ante la elegida como la mejor carretera de Asturias, de ahí que en carreterAStur se haya decidido promocionarla como ruta de interés.
La RUTA 632 es una ruta enfocada al disfrute de la carretera y todo lo que nos ofrecen los concejos por los que pasa, de ahí que se puedan ver sitios como Lastres o Cudillero, que no están precisamente en la N-632.
Comenzamos...
El primer tramo del recorrido son 64 km de autovía para llegar hasta Llovio, junto a Ribadesella, km0 de la N-632. Este primer recorrido nos permite constatar casi al momento una cosa, es un coche silencioso, pese a lo arrugado y sonoro del asfalto de la A-8, apenas se cuela ruido en el habitáculo. Iniciamos la jornada con un nivel de carga suficiente en la batería, que nos permite llegar hasta aquí rodando mucho tiempo en eléctrico, no estando acostumbrados a este tipo de coches nos sorprende mucho.
Pues ya en Llovio, comenzamos la parte interesante, nos acercamos hasta Ribadesella y ya dirección a Villaviciosa, empezamos a entrelazar curvas. El Astra nos hace sentirnos cómodos en este terreno, no es deportivo, pero rueda con la agilidad necesaria en cualquier trazado. La suspensión es suficientemente firme, pero no descuida el confort de los pasajeros. Sin duda, es un coche equilibrado, de esos que sirven para todo.
En el mismo camino, en Colunga, se interpone en nuestro camino el desvío a Lastres, y estando aquí, es casi obligatorio conocer la villa marinera, consideraba uno de los pueblos más bonitos de España.
Es al llegar a la villa maliayesa donde prácticamente agotamos la carga de la batería, así que aprovechamos la pasada por el pueblo para efectuar el primer repostaje (y único) de la jornada, con gasolina, para compensar el gasto que efectuaremos en la jornada.
De aquí continuamos para Gijón por el Alto El Pedroso, que nos lleva rápidamente a Gijón. Ponemos además el coche en el modo eSave para que nos recargue la batería y cruzar Gijón en modo eléctrico. Accedemos por el Infanzón a la zona urbana, circulando por el entorno de El Molinón (Estadio del Real Sporting de Gijón) para continuar por el Muro de San Lorenzo en la playa, atravesando por el Natahoyo y abandonando la ciudad por La Calzada, por supuesto, por algunas de las calles que antaño absorbían todo ese intenso tráfico de la N-632.
Circulando por Gijón es donde empezamos a conocer las bondades del funcionamiento 100% eléctrico del Astra. Cruzamos la ciudad de punta a punta siempre en este modo. Es muy agradable de llevar, por la suavidad de motor, no tener marchas y el silencio, y aun nos queda batería.
El que ahora es el trazado de la AS-19 a través de Carreño y Corvera nos llevan en pocos minutos a adentrarnos en el municipio de Avilés, histórica villa marinera, que hoy en día a simple golpe de vista dese nuestro coche nos deleita con la presencia del Centro Cultura Internacional Oscar Niemeyer. Volvemos a circular en modo eléctrico, como en Gijón, y mismas buenas sensaciones.
Ahora ya nos adentramos de pleno en la vertiente occidental de la RUTA632. Abandonamos Avilés y nos adentramos en Castrillón. Se acaban los trazados urbanos y grandes poblaciones, volvemos a nuestro entorno, las curvas.
Pero para llegar a ellas aun hemos del subir el Alto del Praviano, pasar Soto del Barco, disfrutando de las vistas sobre el Rio Nalón, pasar Muros de Nalón, Somao y Cudillero. Este es un sector de la N-632 plagado de detalles, modificaciones e historia, merecen un capítulo a parte.
En Cudillero, empieza la fiesta de nuevo no sin antes pasar a visitar otro pueblo espectacular como Lastres, no sabemos con cual quedarnos...
A partir de aquí, la carretera conserva su trazado original, repleto de curvas, contracurvas, y más curvas. Es una delicia circular por aquí para automovilistas y motociclistas. El Opel Astra se deja llevar el sinuoso trazado, e incluso tiene un modo Sport, que aviva su respuesta y endurece la dirección.
Los numerosos pueblos de esta bella zona costera nos van recibiendo, entre pequeños valles, bajo puentes, recordándonos que ya quedan pocos km de ruta. Valdredo, Novellana, Ballota, Cadavedo… Estos km pasan rápido, muy rápido. Los últimos km pierden parte de esa magia para enlazar con Canero, pues aquí la carretera se moderniza, y se convierte en una cómoda vía rápida, que en su día, fue una revolución. Las prestaciones de su mecánica híbrida, también acompañan.
Llegados a Canero, toca regresar a Gijón por autovía. Volvemos así a comprobar las primeras impresiones del coche. Equilibrado confort de marcha y buena estabilidad son sin duda atributos clave de este Astra PHEV. Ya en destino, de nuevo Valgisa, y tras 7 horas de ruta con numerosos arranques y paradas, comprobamos otra cosa, la comodidad de los asientos, muy buenos.
Adrián Hidalgo
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